1. Ribadesella

Parada obligatoria en uno de los pueblos asturianos que mejor representan al Principado en España y en el mundo. Una playa perfecta, el descenso más famoso del país con la desembocadura del Sella como marca geográfica fundamental, huellas prehistóricas y hasta de dinosaurio. Un pueblo imperdible.

2. Lastres

Una de las particularidades de muchos pueblos de la costa asturiana es poder verlos desde las alturas. Lastres es uno de ellos porque tiene uno de los mejores miradores al mar de Asturias, el de San Roque. En el concejo de Colunga, sobre este acantilado se disponen en terrazas las casitas blancas de tejados rojos de Lastres.

3. Cudillero

También Cudillero se contempla desde lo alto aunque su disposición abigarrada llama poderosamente la atención. La bajada hasta la rampa del puerto de este pueblecito de tradición marinera forma una especie de anfiteatro y parece un enjambre de callejuelas y casitas pegadas unas a otras. Sin duda, Cudillero es uno de los pueblos más bonitos de Asturias. Uno de los más bonitos de España, directamente.

4. Luarca

Pueblo de paso del Camino de Santiago, Luarca es la villa blanca de la costa verde, descrito así por su arquitectura más galega que asturiana. Con uno de los puertos más recoletos de la región, con un cementerio a visitar en el que fue enterrado el Nobel Severo Ochoa y con un aroma distinto a ninguno de los otros pueblos asturianos.

5. Tazones

En la margen occidental de la Ría de Villaviciosa, este diminuto pueblo marisquero de apenas tres centenares de vecinos pudo ser aquel al que Carlos I desembarcó en su viaje procedente de Flandes en 1517. Las fiestas de San Roque así lo conmemoran. Precisamente, esta villa marinera cuenta con varios barrios, los de San Roque y San Miguel, declarados como Conjunto Histórico Artístico. Su faro, también histórico, la Casa de las Conchas, las huellas de dinosaurio… Un pueblo que da mucho de sí.

6. Llanes

Otro lugar que no caduca, en la Asturias más oriental. Desde el Paseo de San Pedro, un tapete de césped sobre el cortado, hasta la llegada a los cubos de la memoria, obra de Ibarrola que no deja de generar debate, Llanes suena a propios y a extraños al ser plató natural de numerosas producciones para cine y televisión. Será por algo. Una delicia compartida.

7. Puerto de Vega

En el concejo de Navia, este antiguo pueblo ballenero, pueblo ejemplar, acumula algunos de los ingredientes costeros más asturianos, como sus vistas desde el Mirador de la Riva, sus murallas históricas y su personaje ilustre, en este caso el ilustrado Jovellanos, gijonés que acabó sus días en este bello y encantador pueblo.

8. Luanco

Cada vez menos pesquera y más turista, la villa de Luanco fue escenario de la Guerra de la Independencia Española, centro balneario de la gente bien del siglo XIX, y a pesar de su crecimiento sigue conservando hoy buena parte del encanto propio de su arquitectura y patrimonio, de una visión pintoresca de gran nobleza. Un pueblo bonito en donde además saborear el bonito cantábrico, manjar que en Luanco alcanza cotas épicas.

9. Tapia de Casariego

Más a salvo del embate turístico, este pueblo fronterizo con Galicia destaca en un primer vistazo por su faro, erigido en la isla de Tapia, conectada a tierra por un simple dique. Enclave de oleaje furibundo que no tiene piedad con los acantilados que lo soportan. Desde el muelle se puede dejar pasar el atardecer ante los ojos, como si fuera el escenario que inspirara la canción Sitting’on the dock of the bay.

10. Celorio

Dentro del concejo de Llanes, Celorio está rodeado de playas y más playas en las que perderse. El pueblo tiene sus alicientes pero no hay que perderse el momento en el que se ve la Cara de Cristo, fenómeno resultante de la acción de la marea en playa de Troenzo al alinear varias rocas que parecen formar la imagen de un rostro.

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